La boca es esa parte del ser humano que hace que se convierta en palabra todo aquello que se piensa, se quiere, se desea, se anhela. Y esta vez, la boca se abría para dar paso al grito de “¡Campeón!”. Y es que Boca Juniors le gritó al mundo entero que es el nuevo campeón del fútbol argentino.
“La Bombonera”, quizás el estadio con el nombre más dulce del fútbol mundial, vibró y lloró de alegría viendo a Boca Juniors dar la vuelta olímpica tras golear por 3-0 a Banfield y proclamarse así campeón del Torneo Apertura. Las miles de almas con corazón azul y oro que abarrotaban las tribunas gritaron que tras tres temporadas, concretamente desde el Apertura 2008, Boca volvía a coronarse como el mejor equipo argentino, y lo hacían mirando al cielo y viendo cómo en el firmamento de los títulos xeneizes se encendía una estrella más, una más de esas que aparecen en el escudo boquense.
Sobre el césped celebraba el éxito un equipo que ha logrado ser campeón invicto y que lleva 27 partidos sin conocer la derrota. Sobre el larguero de la portería que da la espalda a la popular hinchada de “La 12” se subieron algunos jugadores para cantar y celebrar el campeonato con sus aficionados. Lo hacían sobre la meta de un Agustín Orión que sólo ha encajado 4 goles en lo que se lleva de Apertura (quedan dos jornadas para acabar), y que ha mantenido su portería imbatida en 13 de los 17 encuentros disputados.
También se pudo ver sobre el verde tapete del campo xeneize a un Román Riquelme especialmente feliz por este triunfo, que pone fin a tres años de sequía para un conjunto acostumbrado históricamente a ganar como es Boca Juniors. En las gradas los aficionados también sonreían contentos por ver jugar al capitán y uno de los grandes ídolos boquenses, tras no poder disfrutar de él todo lo deseado por culpa de las lesiones.
La fiesta de Boca Juniors vino tras el triunfo por 3-0 ante Banfield en “La Bombonera”. En este encuentro se enfrentaban el líder contra el colista en un choque especial para dos de los grandes protagonistas de la victoria en este encuentro y de la conquista del campeonato: Julio César Falcioni y Darío Cvitanich.
Falcioni, actual técnico de Boca, fue también entrenador de Banfield y con ellos ganó el Torneo Apertura 2009, siendo éste el primer y único título liguero del conjunto blanquiverde. Mientras, Cvitanich también defendió el escudo de “El Taladro”, con quien llegó a ser máximo goleador del Torneo Clausura 2008 después de marcar 13 goles.
Así pues, la portería de Lucchetti (ex Boca) se vio perforada por dos goles de Cvitanich (que no celebró por respeto al que fue su club) y uno de Rivero desde larga distancia, lo cual rubricó la fiesta.
Este triunfo le hizo sumar a Boca Juniors 39 puntos, asegurándose así el campeonato de forma matemática. De esta forma, el conjunto xeneize sumó su 24º título de Liga en un domingo de celebración que para algunos hinchas auriazules fue mayor al saber que River Plate, el eterno rival de Boca y que ahora juega en la Nacional “B” (Segunda División), perdió su partido ante, curiosamente, Boca Unidos de Corrientes.