Gran partido el que se vivió anoche en El Madrigal y que tuvo como protagonistas a dos equipos que le dieron emoción al encuentro desde el pitido inicial. El Villarreal logró pasar a octavos de la UEFA Europa League tras eliminar, con remontada incluida, a un Nápoles que es segundo en la Serie A italiana.
Los días previos al choque, eran muchas las voces que decían que el Nápoles tenía la cabeza en el enfrentamiento del próximo lunes ante el Milán que le podría dar el liderato, antes que en esta eliminatoria de UEFA Europa League. La verdad es que el once que sacó Walter Mazzarri tenía dos bajas importantes: Paolo Cannavaro en el centro de la defensa y sobre todo Edison Cavani en punta. Sin embargo, salió con un equipo titular de garantías y en absoluto “tiró la Copa” si tenemos en cuenta que futbolistas como De Sanctis, Campagnaro, Zúñiga, Gargano, Hamsik o Lavezzi son piezas clave en el conjunto napolitano, y que el nivel de juego que ofrecieron fue altísimo.
Por tanto, la victoria de ayer del Villarreal y el pase a octavos me pareció más mérito de los castellonenses que demérito de los italianos, quienes incluso merecieron más premio del que finalmente tuvieron.
De hecho fueron los celestes los que se adelantaron en el marcador al cuarto de hora de juego con un gran gol del eslovaco Marek Hamsik que remató en plancha un centro de Ezequiel Lavezzi llegado desde la derecha y que obligaba al Villarreal a marcar dos tantos si no quería despedirse de la competición. Esto hizo daño en el conjunto amarillo, que pudo ser irreversible si a la media hora el argentino Lavezzi no hubiese desaprovechado un mano a mano con Diego López.
Había que despertar, y El Madrigal abrió los ojos con el tanto del empate de Nilmar, que mandó a la red el pase de un Borja Valero que fue el mejor del “Submarino Amarillo” y del partido. Quedaban tres minutos para el descanso y, aunque el empate no les valía para acceder a la siguiente ronda, ya habían dado un paso muy importante.
Cuando quizás alguno pensaba que la remontada se podría llevar a cabo en el segundo tiempo, el Villarreal alargó el arreón final y sólo tres minutos después del tanto de Nilmar, Giuseppe Rossi recibió un pase de Valero y marcó el 2-1 antes del descanso tras rebotar el balón en el pie de Zúñiga y despistar por completo a De Sanctis. El Madrigal saltó de alegría. La remontada era real y se había logrado justo antes del descanso con un gol de los llamados “psicológicos”.
El segundo tiempo tuvo un invitado muy peligroso. Edison Cavani, “El Matador”, saltaba al césped en sustitución de José Sosa y no tardó en hacerse valer ya que desde muy pronto comenzó a llevar peligro al arco defendido por Diego López. Mazzarri salió con todo. El uruguayo, junto con Lavezzi y Hamsik formaron el tridente que está haciendo posible la gran campaña del Nápoles en Liga. El argentino por la derecha y el eslovaco por la izquierda no paraban de mandarle balones a un Cavani que remató todo y de todas las formas posibles, incluida de “chilena”.
Los napolitanos no paraban de atacar, pero los castellonenses se mostraron fuertes en defensa y buscaron la sentencia en algún contraataque. Los chicos de Juan Carlos Garrido tuvieron que hacer un enorme derroche físico y emplearse a fondo en las múltiples jugadas a balón parado de las que dispusieron los italianos, sobre todo saques de esquina.
Con sufrimiento, pero el Villarreal logró la victoria y el pase a octavos de final de la UEFA Europa League. Allí se encontrarán con el Bayern Leverkusen alemán dirigido por el ex técnico del Real Madrid y Athletic de Bilbao, Jupp Heynckes y que se deshizo del Metalist de Ucrania.
Además, el triunfo castellonense les convirtió en el único representante español en la UEFA Europa League, e hizo olvidar en parte el traspié que sufrió el Sevilla al caer eliminado de esta competición a manos del Oporto.