Este fin de semana me pasé por la Liga Mexicana y vi el partido entre Querétaro y Tigres. Sin embargo, lejos de lo que trajo este encuentro, me llevé una gran y muy grata sorpresa cuando me fijé en que en Tigres jugaba uno de los grandes jugadores que ha vestido la camiseta del Cádiz C.F.: El gran Lucas Lobos.
He de reconocer que la Liga mexicana resulta muy entretenida de ver. Los partidos se juegan a un ritmo alto y con un estilo directo, por lo que el balón siempre está en las áreas y eso hace que los encuentros ganen en emoción.
De hecho, sirva como ejemplo el partido que esta jornada disputaron Querétaro y Tigres en el estadio de “La Corregidora”. De los 45 minutos de la segunda parte, 22 fueron para los locales, otros 22 para los visitantes, y en el tiempo sobrante los porteros Liborio Sánchez (Querétaro) y Enrique Palos (Tigres) se convirtieron en héroes. El resultado final fue 0-0, pero la ausencia de goles puede ser algo engañoso, ya que hubo ocasiones en ambos lados y hasta la última jugada pudo desnivelarse el marcador.
Sin embargo, de este encuentro me gustaría destacar la figura de Lucas Lobos, un futbolista argentino de 30 años que ahora capitanea al Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, pero que aterrizó en la Liga Española cuando el Cádiz estaba en Primera División.
Allí estaba Lucas, jugando de mediapunta pero con libertad para moverse hacia la banda derecha y cayendo al medio campo para apoyar en labores defensivas. Como en aquellos años en los que brillaba en “La Tacita de Plata”, su diestra sigue haciendo auténticas diabluras y demostrando que es peligroso dejarle espacio desde la frontal del área. Por supuesto, todos los córners, faltas y jugadas de estrategia eran sacadas por el jugador nacido en La Plata.
La verdad es que no fue el mejor partido que he visto de Lucas Lobos y de hecho fue sustituido a falta de 15 minutos para el final, aunque antes tuvo el 0-1 en sus botas cuando le cayó la prolongación de un centro llegado desde la izquierda que remató con la derecha pero que acabó yéndose fuera por muy poco.
Sin embargo, aún guarda gestos que le hicieron pasar a la posteridad en el conjunto gaditano. Sabe retener el balón cuando está presionado, ve los espacios libres como nadie, sus golpeos de balón llevan una precisión milimétrica, mantiene su polivalencia para jugar en varios lugares de medio campo hacia delante y, sobre todo, sigue demostrando que tiene una técnica de disparo excelente.
Lucas Lobos llegó al Cádiz en el mercado invernal de la temporada 2005/06 procedente de Gimnasia y Esgrima de La Plata cuando el conjunto amarillo disfrutaba de la Primera División. En la máxima categoría del fútbol español marcó 7 goles y se convirtió en una de las grandes revelaciones del campeonato, aunque no pudo evitar que el conjunto andaluz perdiera la categoría y descendiese a Segunda División.
Lobos se mantuvo en la plantilla que afrontó la temporada 2006/07 en la categoría de plata, pero acabó marchándose en diciembre de 2007 al que ahora es su club, Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Eso sí, antes de marcharse le regaló a la afición cadista 9 goles.
Desde que llegó a Tigres no ha hecho más que progresar y ha logrado marcar más de 30 goles que le han valido para convertirse en el capitán del equipo y en uno de los grandes ídolos para la hinchada “felina”.
Todo un genio el gran Lucas Lobos.
