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| Diego Rubio defendiendo la camiseta de Colo-Colo. Foto: elmundo.es |
Diego Iván Rubio Köstner, conocido deportivamente como Diego Rubio, nació en Santiago, la capital de Chile, el 17 de mayo de 1993. Tiene 18 años, juega de delantero, es diestro, mide 1,78 metros, y desde este mes de julio defiende la camiseta del Sporting de Lisboa de Portugal.
En un verano en el que Alexis Sánchez se ha confirmado como la gran figura de Chile tras dar el salto del Udinese al F.C. Barcelona, Diego Rubio también se atreve a dar un paso más en su carrera para cruzar el charco tras dejar Colo-Colo, y llegar a Europa con el fin de hacerse un hueco en el exigente fútbol del “Viejo Continente”, y de empezar a fraguar su leyenda en el país chileno.
Criado entre la cantera de Universidad Católica y la de Colo-Colo, fue finalmente con el conjunto “colocolino” con el que hizo su debut con el primer equipo y en la máxima categoría con tan sólo 17 años. Con la camiseta del “Albo” comenzó a marcar goles, primero en partidos amistosos, como el doblete ante Unión Española en la “Noche Hispánica”, que ya le mostraban como un jugador a tener en cuenta. (Breve paréntesis. La “Noche Hispánica” es la fiesta de presentación de Unión Española. En ella se juega un partido, pero también se presentan los fichajes y a toda la plantilla, la nueva equipación, e incluso las obras de mejora en el Estadio Santa Laura, como pasó en la última edición).
Poco a poco se fue haciendo un hueco en el once inicial y llegaron sus goles no sólo en el campeonato Liguero, sino también en competición internacional, ya que en Copa Libertadores logró marcarle al Santos, actual campeón.
Así pues, el Sporting de Lisboa le descubrió y decidió ficharle para darle la oportunidad de demostrar todo lo que sabe en el continente europeo. Además, en el conjunto de los “Leones” también está su compatriota Matías Fernández, un compañero que le puede complementar a la perfección y con quien formaría una dupla letal si sabe aprovechar bien sus pases.
Pero… ¿Qué vieron los ojeadores del equipo verdiblanco que les convenció de su fichaje?
Sin duda alguna su olfato de gol. Obviamente, sus cifras en el aspecto goleador no son alarmantes ya que hay que tener en cuenta que aún es un jugador joven y todavía no tiene esa continuidad de la que podría disfrutar alguien más veterano, pero la verdad es que las oportunidades que ha tenido las ha aprovechado, y eso es fundamental.
Diego Rubio es puro gol. Es un “9” puro, alguien que vive en el área y que sirve de referencia a la hora de finalizar la acción. Es un delantero de esos que quizás no elabore excesivamente la jugada, pero sí que se encarga de empujar el balón a la red.
Merodea el área, acecha al portero y en cuanto el balón llega… ¡Zas! Allí está él para rematarlo. Ha marcado goles con la pierna derecha, con la izquierda, y con la cabeza, pero su punto fuerte es la diestra, con la que puede hacer auténticos destrozos a la zaga rival.
Diego es de esos delanteros que remata absolutamente todo lo que llega. Le da igual el ángulo, la distancia, o la colocación del rival; si está cerca del área y en posesión del balón, su instinto goleador le hace intentar marcar de cualquier forma por difícil (o imposible) que parezca.
Diego Rubio lleva el fútbol en la sangre. Su padre, Hugo Rubio, también fue futbolista del Colo-Colo y de la Selección de Chile, mientras que sus hermanos Eduardo y Matías Rubio también son futbolistas profesionales. Como curiosidad decir que Hugo Rubio era apodado “Pájaro”, por lo que sus tres hijos son conocidos como “Pajaritos”.
El futuro de Diego en el Sporting de Lisboa se presenta prometedor, sobre todo si tenemos en cuenta que en la pretemporada ha logrado marcar 7 goles y que ha sido el fichaje que mejor rendimiento ha dado. Sus buenas actuaciones vestido de verdiblanco podrían llevarle a vestir de rojo con la Selección chilena, consiguiendo de esta forma dar un paso más en su evolución como futbolista.
Muy atentos a Diego Rubio porque es un excelente jugador. Ahora lleva el dorsal 33, aunque no cabe ninguna duda de que es un auténtico “9”.
