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| Ibusuki Hiroshi con los colores del Girona. Foto: As.com |
Ibusuki Hiroshi nació el 27 de febrero de 1991 en Nagareyama (Prefectura de Chiba), Japón. Tiene 20 años, es diestro, destaca por su gran altura (1,95 metros), juega de delantero centro, y aunque hoy en día defiende el escudo del Sabadell, está cedido por el Girona, quien posee sus derechos federativos.
Sí, para ver jugar a nuestro protagonista te tienes que ir al Grupo 3 de la Segunda División “B”. En esta categoría compite el Sabadell, uno de los clubes históricos del fútbol español con 14 temporadas en Primera División y que cada fin de semana atrae a un buen número de aficionados al mítico estadio Nova Creu Alta. Todos ellos acuden motivados por la buena campaña que está haciendo el conjunto arlequinado, y para ver de cerca al máximo goleador del equipo, de momento con 8 tantos, llegado desde tierras niponas. La hinchada le tiene mucho aprecio y es muy común ver banderas de Japón en las gradas del estadio para animarle.
Sin embargo, el periplo de Hiroshi por Europa comenzó en el año 2008, cuando el Girona lo fichó del Kashiwa Reysol con tan sólo 17 años. El conjunto gerundense le tuvo algún tiempo a prueba hasta que convenció al por entonces técnico (que también lo es hoy en día), Raúl Agné. Desde el “sí” del cuerpo técnico hasta su debut con el primer equipo rojiblanco pasó algún tiempo debido a que tenía que cumplir los 18 años para que se completase de forma definitiva el traspaso. Para hacer más amena la espera comenzó jugando en el Juvenil, hasta que en abril de 2009 debutó con el Girona. Lo hizo en una plaza muy difícil, el José Rico Pérez de un Hércules que acabó goleándoles 3-0. Hiroshi disputó sus primeros 10 minutos oficiales tras salir en sustitución de Arnal y, a pesar de la derrota, dio el primer paso en su carrera.
La temporada siguiente se marchó cedido al Real Zaragoza “B”, donde logró curtirse en una categoría tan difícil como la Tercera División. Allí demostró un gran potencial ofensivo que el Girona quiso seguir desarrollando con una segunda cesión, esta vez al Sabadell donde, como dijimos antes, es “el hombre gol”.
Futbolísticamente, Ibusuki Hiroshi sólo puede ser descrito de una forma: Es un “9” puro. Sin duda, es la gran referencia ofensiva en el campo de juego, sobre todo por su tamaño (1,95 metros de altura). Quizás por eso su juego recuerde al de su jugador más admirado: Kanouté. Posee una gran movilidad en el área rival y es el encargado de llevar el peligro por alto en las acciones a balón parado. Sin embargo, a pesar de su tamaño, define bien no sólo a la hora de cabecear, sino también con el pie cuando finaliza una jugada individual o al rematar el pase de un compañero. Por otro lado, sabe jugar muy bien de espaldas a la portería, recibiendo el pase y esperando la llegada de los apoyos para combinar con ellos y lograr la igualdad o superioridad numérica en esa acción. Además, no pierde la referencia de la portería y en ocasiones gira rápido para intentar sorprender al portero.
La decisión del Girona de cederlo a otros clubes me parece acertada, ya que, aunque se ve como un gran proyecto de futuro, aún es joven. A ello hay que sumarle que viene de una cultura muy diferente como es la japonesa y ello requiere un periodo de adaptación amplio. Sin embargo, la gran calidad que demuestra cada jornada le está haciendo merecedor de una oportunidad que seguro no desaprovechará cuando llegue.
El Sabadell-Orihuela que se jugó el domingo pasado fue el último partido que he visto de Hiroshi. El resultado acabó 1-1, pero el tanto catalán lo consiguió Ibusuki tras rematar un saque de córner con una volea espectacular con la derecha que mandó a las redes rivales. Un auténtico golazo que terminó de convencerme de que es un magnífico futbolista, y que significa un paso más en la carrera de este prometedor japonés. Que nadie se sorprenda si le ve en el Mundial de Brasil 2014 con la Selección de Japón y marcando los goles de los “Samuráis Azules”.
