Las vacaciones de Semana Santa hacen que hasta hoy no haya podido escribir acerca de la final de Copa del Rey entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona. Un gol de Cristiano Ronaldo le dio el título a los blancos para levantar su 18ª Copa justo 18 años después de la última. Se suele decir que “más vale tarde que nunca”, así que aquí va mi punto de vista sobre este partido.
El escenario era inigualable. El estadio de Mestalla se engalanaba para recibir a los dos mejores equipos de fútbol del planeta. Real Madrid y F.C. Barcelona se jugaban la Copa del Rey y con cada uno de ellos viajaron 25.000 hinchas dispuestos a animar a sus jugadores y ver “in situ” como levantaban el ansiado título.
Los contextos y necesidades de ambos equipos eran totalmente distintos. Los de José Mourinho llevaban 18 años sin ganar este campeonato y, tras el “año en blanco” que tuvieron la temporada pasada, tenían una ocasión pintiparada para romper la mala racha. En frente estaban los pupilos de Pep Guardiola, quienes dos años antes habían levantado la Copa en ese mismo estadio tras doblegar al Athletic de Bilbao, y quienes tenían la ocasión de lograr un posible doblete, tras dejar casi sentenciada la Liga el sábado anterior.
Precisamente en este último choque se pudo ver cómo los blancos plantaban cara al Barça con un trivote con vocación claramente defensiva y destructora. Tras el empate a uno final, florecieron las dudas. ¿Volvería a repetir Mourinho ese planteamiento en la Final? ¿Cómo reaccionaría Guardiola?
Las respuestas fueron: “Sí, pero…”, en la primera; y “haciendo lo mismo”, en la segunda.
Sí, pero…: De nuevo el portugués plantó el trivote en el medio campo. De nuevo estaba formado por Xabi Alonso, Khedira y Pepe. Y de nuevo funcionó. Sin embargo, es ahora cuando hablamos del “pero…”.
Si uno compara los dos últimos choques se da cuenta de que una pieza cambió. Y es que, en el segundo encuentro, Pepe tenía muchísima más llegada arriba y no era raro ver cómo era él quien finalizaba las acciones. La diferencia con el de Liga es que en aquel era Khedira el que desempeñaba ese rol. En una de estas llegó la ocasión que pudo haber precipitado todo cuando al borde del descanso cabeceó un balón al palo. Ni que decir tiene que su labor fue de nuevo magnífica.
Por detrás del trivote estaba la línea de cuatro en defensa, de la cual me gustaría destacar el gran partido que cuajó Ricardo Carvalho y la enorme contribución defensiva que está teniendo el portugués en lo que va de temporada.
Arriba estaban Ángel Di María, Cristiano Ronaldo como delantero y Mesut Özil en la derecha. Enorme el derroche físico de los tres, pero fue el argentino el que se hizo fuerte en los minutos finales. Primero, mandando un balón a la escuadra que Pinto sacó de forma brillante. Después, ya en la prórroga, siendo el que puso el centro para que Ronaldo cabecease a la red el 0-1 y se convirtiese en el héroe de la noche. Parece que últimamente el de Funchal le tiene tomada la medida al Barcelona.
“Haciendo lo mismo”: ¿Por qué cambiar algo que funciona? Eso debió pensar Guardiola. Sí, empataron en Liga, pero les sirvió para dejarla sentenciada. Así pues, el técnico “culé” siguió creyendo en la forma de juego que le dio 6 títulos en un año.
De nuevo la premisa era la de mantener el balón e intentar sacar de su campo al Real Madrid. Conseguido lo primero (con posesiones que llegaron al 80%), lo segundo resultó imposible.
Los blaugranas tuvieron que esperar al segundo tiempo para poner a prueba a Íker Casillas, quien desbarató todas las ocasiones peligrosas que le llegaron.
En resumen, se puede decir que la primera parte fue para el Real Madrid, la segunda para el F.C. Barcelona, y los madridistas supieron sacar mayor provecho de la prórroga cuando las fuerzas flaqueaban en ambos bandos.
Así pues, se pueden extraer algunas conclusiones acerca de este partido:
1- El planteamiento de José Mourinho es efectivo. Ha conseguido parar al F.C. Barcelona y ha logrado el título de Copa asegurando al menos que este año no acabarán “en blanco”.
2- Al técnico portugués se le fichó para lograr títulos y ya tiene uno.
3- Al menos en estos dos últimos “Clásicos”, Cristiano Ronaldo le ha ganado la partida a Messi. Ha gozado de mayor protagonismo y fue vital en el triunfo en Copa del Rey.
4- Indudablemente, nada de esto desluce la tremenda superioridad que tiene el Barça en el fútbol europeo y mundial. Sigue siendo una referencia y su forma de juego es el libro de estilo para muchos entrenadores. Si bien es verdad que Mourinho le ha ganado la partida a la hora de plantear estos dos últimos enfrentamientos, no hay que olvidar que Guardiola ha revolucionado la forma de ver y entender el fútbol. Su palmarés está ahí, y no olvidemos que, aunque ha perdido la Copa, tiene la Liga en el bolsillo.
5- La semifinal de Champions League entre Real Madrid y F.C. Barcelona va a estar muy interesante.