Seguramente, los hinchas del Atlético de Madrid tienen un recuerdo negativo de Mateja Kezman por el paso tan gris que tuvo por la rivera del Manzanares. Sin embargo, años antes, en la ya algo lejana temporada 1998/99, comenzó a darse a conocer un joven talento que levantó unas expectativas muy altas en el fútbol europeo, mientras que en esa fecha otro serbio, Pedrag Mijatovic (ahora montenegrino tras la independencia de Montenegro), hacía historia con el Real Madrid al marcar el gol de la victoria en la Final de la Champions League de aquel año.
Y es que, del FK Sartid (también llamado FK Smederevo) dio el salto a uno de los colosos del fútbol serbio y que además era el equipo de su ciudad natal, el Partizán de Belgrado, con quien tuvo dos temporadas bastante exitosas: En la primera ganó la Liga y en la segunda fue el máximo goleador del torneo con 28 tantos. Por entonces Kezman tenía 20 años (nació el 12-4-1979 en Belgrado, Serbia) y rápidamente fue captado por uno de los clubes que mejor red de ojeadores posee en todo el mundo: El PSV Eindhoven.
En Holanda, lo que parecía una promesa acaba por convertirse en realidad y Mateja se destapa como uno de los grandes goleadores de Europa. En las cuatro temporadas que estuvo en el conjunto neerlandés se confirmó como la gran esperanza del fútbol serbio.
Desde su presentación con la camiseta rojiblanca hasta su marcha, el nombre de Kezman se escribió con letras de oro durante su estancia en Eindhoven. Allí logró dos títulos de Eredivisie, la primera el año de su debut (2000/01) y la siguiente en la 2002/03. Además, consiguió la Supercopa de Holanda en la 2001/02 y la 2003/04, siendo éste el último trofeo a nivel colectivo que levantó con el PSV.
Sin embargo, y más hablando de un delantero, lo importante son los goles y sus números en este aspecto no dejaban lugar a las dudas.
En su primer año en Holanda logra el título de Liga siendo el máximo goleador del campeonato con 24 tantos y logrando la Bota de Bronce Europea. Esto parece un gran registro, pero logra superarlo, y con creces, en la que fue su mejor temporada tanto a nivel individual como colectivo. Y es que en la 2002/03 vuelve a ganar la Eredivisie y vuelve a ser el “Top Scorer” del torneo con 35 goles, lo cual le valió para ser nombrado Mejor jugador de la Eredivisie y para ser Bota de Oro Europeo. A pesar de las tentaciones de los grandes clubes, el PSV logró mantener a Mateja una campaña más, que sería la última, en la que logró otra cifra de escándalo: 31 goles.
Ahora sí, llegó el momento de salir de Eindhoven y de la Eredivisie para llegar a un club que por aquellos entonces comenzó a hacerse famoso por sus multimillonarios fichajes. Y es que Roman Abramovich se lo llevó al Chelsea.
Al club londinense llegó junto con Didier Drogba y, mientras que el costa marfileño logró hacerse un hueco en el once que ha sabido mantener hasta hoy en día, Kezman no convenció del todo a José Mourinho, que también aterrizó en el conjunto “Blue” ese año. A pesar de conseguir el título de Liga y la Community Shield (Supercopa inglesa) no pudo hacerse con la titularidad y sus 4 goles en el campeonato doméstico fueron insuficientes para un técnico y una directiva que decidió que lo mejor era su salida del club a final de temporada. Por tanto, en verano dejó la Premier para aterrizar en España, concretamente en el Atlético de Madrid.
Si eres hincha “colchonero” poco voy a descubrirte sobre la única temporada que jugó el serbio vestido de rojiblanco, pero en pocas palabras puede resumirse en que llegó siendo una de las estrellas del mercado veraniego con el cartel de “compañero perfecto” para Fernando Torres en el ataque y al final nada de nada. Sus 8 goles en 30 partidos ligueros no le valieron para continuar en la ribera del Manzanares, por lo que volvió a hacer la maleta para irse esta vez al Fenerbahçe de Turquía.
Su llegada al conjunto otomano tenía un objetivo claro: Hacer olvidar a un Nicolás Anelka que acababa de marcharse ese verano a Inglaterra tras haberse convertido en la gran referencia ofensiva. Parecía difícil, pero se volvió a ver a un Kezman nuevo y con un gran olfato goleador. Pasó dos temporadas en el conjunto del distrito de Kadiköy en las que jugó 46 partidos y logró 20 tantos, lo cual no está nada mal. Su efectividad arriba ayudó a levantar el título de Liga y le hizo ganarse el cariño de la afición del Sükrü Saracoglu.
En los años siguientes vistió la camiseta del París Sain Germain y del Zenit de San Petersburgo, pasando muy desapercibido por este último club, pero logrando la Copa de Francia con los parisinos.
Así pues, tras esto, y tras defender en 49 ocasiones la camiseta de Serbia y Montenegro y marcar 19 goles con ella, decidió dar un cambio de aires a su carrera yéndose a jugar a una Liga muy exótica, en la que está participando hoy en día. Mateja Kezman cogió sus maletas y fichó por…
Desvelamos el misterio…
¡El South China de la Liga de Hong Kong! Llegó al conjunto hongkonés en enero de este año, y sólo nueve días después debutó con su nuevo equipo y con el número 38 a su espalda. Comenzó con tropiezo, tras caer derrotado 1-0 ante el Tai Po Football Club, y siendo sustituido a la hora de juego.
Lo curioso del campeonato de ese país es que, aunque sólo hay 10 equipos en Liga, se juegan cuatro torneos de Copa distinto. Precisamente en uno de estos partidos coperos llegaron los primeros goles de Kezman con los colores del South China.
Eran las semifinales de la League Cup y su equipo se las veía con el Kitchee de, entre otros españoles, Roberto “El Chino” Losada (El motivo de la entrevista que cito en la entradilla es para que hablase de su vida en Hong Kong y en este equipo). Lograron vencer 2-4 con doblete del serbio y sellaron su pase a la final ante el TSW Pegasus que acabaron ganando 1-2, siendo el primer título que logra Mateja en ese país.
Por cierto, antes de terminar me gustaría decir que la Liga de Hong Kong está siendo en los últimos años hogar de varios jugadores importantes. Junto con Kezman está el inglés Nicky Butt (ex Manchester United y Newcastle United), y antes pasaron los españoles Albert Celades y Agustín Aranzábal, ambos convocados por Javier Clemente para el Mundial de Francia 98.
Curiosa la historia de Mateja Kezman sobre todo por el desenlace que tiene, yéndose a jugar a una Liga tan exótica como la hongkonesa. Obviamente, allí la presión es menor y se disfruta más del juego del fútbol como tal.
Tras esto sólo queda preguntarse una cosa: ¿Será esta su última aventura deportiva?
FUENTE:
http://en.wikipedia.org/wiki/Mateja_Ke%C5%BEman
