En unos días en los que el protagonismo en el mundo del fútbol en España y Europa viene marcado por el próximo “Clásico” que se va a ver el martes en Champions, en Segunda División hay un equipo que se está ganando el respeto de todos a base de coraje. Hablo sin duda del Rayo Vallecano, cuya plantilla, técnicos y demás trabajadores llevan meses sin cobrar y, sin embargo, están a un paso de volver a Primera para plantarle cara a los clubes más grandes y pudientes económicamente hablando. Todos en pie, por favor, y dediquémosle un fuerte aplauso.
Este domingo el Rayo Vallecano ganó 1-3 en Girona con goles de Susaeta (tras marcar una magistral falta con pierna derecha), Delibasic (empujando a la red un pase de Juli) y de Emiliano Armenteros (recomiendo ver este tanto. Recibe el envío de Delibasic y la coloca con la zurda en toda la escuadra). Todos ellos fueron en la segunda parte y remontaron el gol inicial de Serra.
Esta victoria tiene muchísimo valor ya que el Celta de Vigo, tercer clasificado y el primero que no ascendería directamente a Primera, empató 1-1 en el estadio de Gran Canaria ante la U.D. Las Palmas. Jorge Larena adelantó a los canarios con un derechazo desde 30 metros, y empató el conjunto gallego con un gol de Javi Guerrero en propia puerta tras desviar un saque de falta de Quique De Lucas.
Con esto, los franjirrojos se colocan a 11 puntos de distancia con respecto a los celtiñas a falta de 18 por disputarse. De ellos, los vallecanos se van a jugar 12 en el Teresa Rivero, por lo que la situación es inmejorable.
Tras remontar heroicamente y vencer en Montilivi, José Ramón Sandoval habló ante las cámaras de Canal +: “Quiero dedicarle la victoria a las madres de estos jugadores, porque están sufriendo lo mismo que ellos”, afirmaba el técnico rayista no obviando que era el Día de la Madre. Más tarde, se emocionó cuando el periodista que le entrevistaba le preguntó a quién le dedicaría el hipotético ascenso: “A toda la afición, a mi familia y a todos los que me quieren”. La voz se entrecortaba, sus ojos se cristalizaban y aparecía alguna lágrima en el rostro de uno de los grandes responsables de que todo el rayismo sueñe con volver a Primera.
Sin embargo, pienso y analizo, y lo que mejor de este equipo es la voluntad y buena actitud que tienen los jugadores, técnicos y demás empleados que trabajan para sacar esta situación adelante.
Llevan meses sin cobrar, pero ahí están dejándose la piel en cada partido, en cada balón, en cada jugada, en cada choque. Todo ello lo hacen por dos razones:
La primera, porque les mueve el hecho de satisfacer a una afición que jamás les abandonó. En innumerables ocasiones los jugadores han dicho que la hinchada es el principal activo de este club. Incluso alguno, como Andrija Delibasic, reconoció cuando fichó por el Rayo que el ambiente de fútbol que se vive en el Teresa Rivero es lo que le trajo a Madrid.
Cuando las cosas estuvieron muy complicadas debido a los problemas económicos, los jugadores llegaron a plantearse la posibilidad de no jugar partidos. Saben que si lo hacen una vez se les da el encuentro por perdido y se les restarían tres puntos; si lo hacen dos significa el descenso automático. Por eso desecharon esta opción, ya que sería un palo muy duro para la estabilidad del club, pero sobre todo, sería todo un mazazo para una afición que había sufrido mucho durante los años en Segunda “B” y que veía muy cerca el sueño de volver a jugar en la máxima categoría. Así pues, decidieron seguir jugando cada jornada y los resultados están siendo inmejorables.
La segunda, porque, indudablemente, la salvación institucional del club pasa por volver a Primera División. Si eso ocurre, en principio todos recibirán las cantidades que se les adeudan, lo cual sería beneficioso tanto para los jugadores como para los directivos, ya que el equipo quedaría saneado económicamente hablando.
A pesar de jugar en Segunda y de ser uno de los equipos modestos del fútbol español, el Rayo Vallecano está dando todo un ejemplo de superación ante la adversidad y se está ganando el respeto y la admiración de todos aquellos que viven de este deporte y disfrutan con él. Lamentablemente, en muchas ocasiones han sido más protagonistas por los problemas económicos, los impagos, y los enfrentamientos con los dirigentes que por lo puramente deportivo. Sin embargo, en las últimas jornadas de nuevo está comenzando a ser protagonista el balón, lo cual facilita enormemente la labor de estos profesionales dentro del campo de juego.
El Rayo es uno de esos equipos especiales. Pasó momentos muy duros durante su periplo por Segunda “B”, pero fue entonces cuando comenzó a fraguarse la gran unión que hay entre equipo y afición. Es un club en el que los hinchas admiran a sus jugadores y los futbolistas sienten admiración por sus seguidores. Quizás por eso todos han sido más fuertes en los momentos de más necesidad.
Aún no se ha cumplido el sueño de volver a Primera, aunque queda poco y tienen todo a favor para conseguirlo. Pero pase lo que pase todas y cada una de las personas que han trabajado en el campo y fuera de él (utilleros, masajistas, jardineros, físios…) merecen toda la admiración y respeto ya que son un ejemplo para todos.
