El año 2011 y la nueva década arrancaban muy fuerte. Ni más ni menos que nos regalaba el “Old Firm” entre Glasgow Rangers y Celtic de Glasgow, es decir, entre protestantes y católicos. La victoria fue para los visitantes con dos goles del griego Georgios Samaras y gracias a ella se aúpan hasta la primera posición.
¿Hay algo mejor que empezar el año ganando a tu eterno rival? Seguramente los hinchas del Celtic de Glasgow piensen que no tras vencer en la mañana de ayer al Rangers en Ibrox Park, arrebatándoles además el liderato de la Scottish Premier League, eso sí, sabiendo que “Los Teddy bears” tienen dos partidos menos y que sólo están a un par de puntos de distancia.
En un campeonato que se reparten estos dos contendientes desde hace años (el último equipo distinto a ellos que ganó en Escocia fue el Aberdeen en 1985), el Celtic ha dado un paso importante, que no definitivo, para recortarle distancias a su gran rival. Eso sí, si el Glasgow no aprovecha sus dos aplazamientos el resultado de hoy puede significar un porcentaje importante del título.
Cada vez que ambos equipos se ven las caras, la ciudad de Glasgow se divide en dos partes: La católica, defendida por el Celtic, y la protestante, representada por el Glasgow. Y es que, una vez más, la rivalidad deportiva va más allá para dar paso a disputas políticas y, como en este caso, religiosas. A pesar de esto no hubo ningún problema entre aficiones (lo cual es una gran noticia), y eso que el “Los Celts” llevaron a muchísima afición al estadio de Ibrox (tantas como que ocuparon un fondo entero).
Ya metidos en el partido, decir que el Glasgow Rangers lo intentó de todas las maneras. Manejaron la posesión del balón, llevaron peligro por bandas, buscaron sorprender a Forster con disparos lejanos… pero se toparon con un rival muy ordenado en defensa y bien plantado en el campo. Así se llegó al descanso con 0-0 en el marcador.
Pero en la segunda mitad serían los chicos de Neill Lennon los que pondrían contra las cuerdas a los locales. Con un Beram Kayal impresionante en el medio campo, el Celtic empezó a inquietar a la defensa liderada por el veteranísimo Weir (40 años) y al arco de McGregor. En una de estas Ledley encontró un hueco para dar con Samaras que mandó el balón a la red haciendo el 0-1 a los 62 minutos de juego. Este tanto hacía saltar de alegría a los 5.000 hinchas visitantes y callaba a los 45.000 locales.
El Rangers quiso poner remedio a esto con el tanto del empate y se fueron en tromba hacia el área rival, sobre todo buscando la efectividad del goleador Kenny Miller y el juego aéreo de Lafferty quien protestó airadamente un penalti dudoso sobre él. Sin embargo, no hubo éxito y tuvieron que ver como Samaras sentenciaba el encuentro haciendo el 0-2 de penalti en el minuto 70.
Todo estaba dicho y, aunque los locales buscaban acortar distancias, lo hacían siendo sabedores de que los tres puntos se irían lejos de Ibrox.
El griego Samaras pudo haber entrado en la historia de estos enfrentamientos si hubiese marcado un tercer tanto (la tuvo en los últimos minutos con un disparo cruzado con la zurda que sacó McGregor de forma brillante), ya que desde la década de los 60 nadie ha logrado firmar un hat-trick en un “Old Firm”.
Gran victoria del Celtic, incentivada además por el hecho de lograrla sin varias piezas claves como el goleador inglés Gary Hooper, y los surcoreanos Cha Du-Ri y Ki Sung-Yueng.