Lo siento mucho por mis amigos del Atleti, pero me parece que van a tener que esperar al menos un año más para ver una victoria de su equipo en el Santiago Bernabéu. Los blancos salieron a ganar desde el pitido inicial y a los 20 minutos ya pusieron el 2-0 en el marcador. El equipo de Mourinho sigue siendo líder, mientras que los rojiblancos, lejos en posiciones y en puntos, suman once años sin ganar en el feudo blanco.
Se podrá decir lo que se quiera, pero en el derbi de ayer hubo un ganador justo. El Real Madrid está mostrando una solidez defensiva y una eficacia en ataque realmente espectacular, que hizo inútil cualquier intento de gol por parte del Atlético de Madrid.
José Mourinho le ha dotado al equipo de una garra y espíritu ganador que no se veía en años anteriores. El portugués es un ganador nato, y todo un estudioso del fútbol. Ambas cosas mezcladas dan un resultado tan bueno como el que se está viendo. Por otro lado, está sabiendo manejar a la perfección un vestuario y una afición muy complicada. Supo deshacerse con mucha elegancia de Raúl y Guti, Cristiano Ronaldo parece muy feliz con él al mando, y no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones complicadas con aquellos jugadores que no hacen lo que él quiere.
¿A qué viene todo esto? A que este Real Madrid puede hacer algo muy importante esta temporada y, si finalmente Mourinho continúa el año que viene, no sería descartable verle levantar más de un trofeo por temporada. Con todo esto, el Atlético de Madrid no pudo, o no supo, encarar anoche a este ciclón.
Desde que Mateu Lahoz pitó el inicio, los blancos se lanzaron como cuchillos contra la portería de un De Gea que, a pesar del escenario y los rivales, estuvo a un grandísimo nivel. Sin embargo, no pudo evitar que a los veinte minutos de encuentro, el partido estuviera sentenciado.
El primer tanto fue de Carvalho, quien se sumó al ataque y logró batir por bajo al meta colchonero firmando el 1-0 en el marcador, y el segundo en su cuenta particular. Lejos de conformarse, el Real Madrid fue a por el segundo, y lo logró en el minuto 19 con un tiro de falta directa de Mesut Özil. El turco-alemán cuajó una excelente actuación, y su fútbol sigue siendo exquisito y muy del gusto de la exigente grada madridista. Antes de estos dos tantos, se le anuló correctamente un gol a Khedira por fuera de juego.
El Atlético intentó responder con un potente disparo de Reyes desde fuera del área que obligó a Casillas a emplearse a fondo. Esto les valió para empezar una remontada de juego que duró hasta el descanso, pero que no se vio reflejada en el marcador.
La charla de Mourinho en el descanso alentó a los madridistas, que nada más salir estrellaron un balón en el poste por medio de una potente volea de Higuaín. A ello respondió Forlán con otro fuerte disparo lejano que se estrelló en la madera derecha de Casillas.
La polémica arbitral también estuvo presente. Los rojiblancos reclaman falta a Reyes en la misma jugada del 1-0, y pidieron penalti de Xabi Alonso por mano tras la salida de un córner. Mientras, los merengues reclamaron penalti en una internada por la derecha de Di María. En mi opinión, la falta a Reyes es, cuanto menos, dudosa, mientras que ambos penaltis me parecen claros.
En resumen, el Real Madrid aprovechó sus oportunidades, fue superior a su rival y se llevó el partido con justicia. Mientras, el Atlético de Madrid notó mucho las bajas que tenía en defensa, y sobre todo, sigue esperando los goles de Forlán.
A grandes rasgos, esto es lo que dio de sí el “Derbi”. Fue un buen partido en el que cabe destacar, además de lo futbolístico, la ausencia total de incidentes entre aficionados de ambos equipos.