El domingo ví uno de los partidos del “Boxing Day” inglés. El encuentro en cuestión era Blackburn Rovers vs Stoke City, que acabó con victoria visitante por 0-2 gracias a los tantos de Huth y Wilson. Sin embargo, reflexioné acerca del centrocampista del Stoke, Rory Delap, el cual es capaz de hacer que un saque de banda se convierta en un córner debido a la fuerza con la que impulsa el balón.
Rory John Delap nació el 6 de julio de 1976 en Sutton Coldfield, Inglaterra, aunque también posee la nacionalidad irlandesa. El veterano centrocampista del Stoke City (34 años) lleva en “Los Potters” desde la temporada 2007 y, a día de hoy, es una pieza clave en las jugadas de estrategia del equipo.
Y es que cualquier saque de banda que se produzca entre la línea de meta y la de tres cuartos de campo del equipo rival significa peligro para el que defiende y una buena ocasión para el Stoke. Osea que un saque de banda desde 25 metros puede ser un pase al punto de penalti, y uno desde el banderín de córner puede ser perfectamente un centro al segundo palo. El ritual es siempre el mismo: Delap coge el balón, lo limpia con la camiseta o con una toalla, toma carrerilla y mete el balón al área pequeña con una fuerza y precisión realmente increíbles buscando la cabeza del compañero más alto o incluso el segundo palo (porque llega al segundo palo más que de sobra). El más leve roce del atacante o del defensor puede despistar por completo al portero y acabar la acción en gol. Esto lo sabe la afición del Stoke, quienes acompañan los saques de Delap con un grito: ¡¡¡Eeeeeeeeeoooooooooo!!!
La pregunta es bastante clara ¿Cómo contrarrestar esto? La verdad es que no es fácil porque un saque de banda no es como un córner o una falta, las cuales son más o menos evitables (o por lo menos controlables), sino que durante un partido son muchísimas las veces que el balón sale por la línea lateral. Además, hay que añadirle la dificultad de que no hay fuera de juego cuando se saca de banda, por lo que no se puede dejar a nadie sin marcaje para dejarlo en posición antirreglamentaria. Así que lo único que se puede hacer es lo que realizaba ayer el Blackburn: Cada vez que Delap sacaba, todo el equipo, salvo un par de ellos que se quedaban fuera del área por si había un rebote, se metía en el área pequeña y marcaban al hombre. Aún con esto, Robinson (portero del Blackburn) tuvo un par de sustos.
Desde 2008 hasta hoy, su equipo ha marcado 18 goles utilizando esta fórmula, y clubes como el Arsenal, el Everton o el Manchester City han sufrido en sus propias carnes la potencia del saque de banda de Delap. También hay que decir como dato que el que más beneficio saca de esto es el delantero Ricardo Fuller, quien ha marcado 7 goles aprovechando los balones que le manda su compañero.
Antes dije que cuando Delap va a sacar de banda limpia el balón con su camiseta o con una toalla. Y es que en el Britannia Stadium, hogar del Stoke City, se ponen toallas cada tres o cuatro metros en las zonas de banda para facilitarle el secado del balón al anglo-irlandés para que así pueda agarrarlo mejor y llegar más lejos en la ejecución del saque.
En el fútbol se desarrollan muchísimas acciones de estrategia para sacar provecho de los córners o de las faltas (tanto lejanas como cercanas), pero no se suele ensayar el saque de banda. Únicamente se practican los cruces o que determinado jugador sea el encargado de prolongar el balón con la cabeza, pero poco más. Sin embargo, el ejemplo de Delap puede dar pie a una nueva forma de ver estos saques. Es posible que algunos equipos especialicen a algún jugador para que haga saques con las manos muy potentes o, porqué no, para que las pizarras empiecen a pintar jugadas iniciadas en un lanzamiento de banda.
