No me lo podía creer. Esta era una de esas situaciones que piensas que jamás iba a ocurrir hasta que lo ves en vivo y en directo. Sí, en efecto, River Plate se marcha a la Nacional B tras empatar 1-1 con Belgrano de Córdoba en “El Monumental”. Jamás pensé que escribiría sobre esto.
¡Vaya año de descensos importantes! En Italia fue la Sampdoria la que se fue a Serie B cuando en verano jugaba la Fase Previa de Champions League. Y aquí en España fue el Deportivo de La Coruña el que se iba a Segunda tras muchos años en la élite. Sin embargo, el caso de River Plate sólo me parece comparable, en mi opinión, al descenso que tuvo el Atlético de Madrid en el año 2000 cuando siendo el tercer equipo más importante de España tuvo que bajar de categoría.
Los días siguientes tras la victoria 2-0 de Belgrano en la Promoción tenían una atmósfera de incertidumbre. ¿Era posible lo que se estaba viviendo? ¿Podría ser que River descendiese a la "B" por primera vez en su historia? ¿Se quedaría Argentina sin el “Superclásico”? La respuesta a todo esto es sí.
“El Monumental” se llenó para dar el último aliento a un equipo en fase terminal. No sé si seré exagerado, pero probablemente se jugaba el partido más importante en la historia riverplatense, y eso que han ganado 33 Ligas, 2 Libertadores, 1 Intercontinental, etc… Se jugaban el orgullo, el ser o no ser, el no bajar, su historia…
Y pronto, a los 5 minutos del pitido inicial, Hugo Pavone marcó el 1-0 para estallido de la afición franjirroja. ¡Era posible! Se podía pensar en la remontada. Un gol más y se mantendrían en Primera… Pero no fue así.
En el segundo tiempo se produjo la sentencia. Fallo en la defensa local que Guillermo Farré aprovechó para rematar con la derecha y superar por bajo a un Juan Pablo Carrizo que veía con horror como el balón estallaba en sus redes. ¡Gooool! ¡Gooool! ¡Gooool! gritaba el “5” de Belgrano mientras se agarraba la camiseta y levantaba después los brazos hacia la afición del “Pirata” que lo celebraba con el alma.
Hacían falta dos goles, la cosa estaba muy difícil y se convirtió en imposible cuando Pavone falló un penalti mediada la segunda mitad. Bueno, más bien lo paró Olave de forma brillante, blocándolo y no dando opción a un rechace.
Se acabó. Y la afición lo sabía.
Aguantaron un poco más, ya que desde el penalti quedaban aún 20 minutos más, pero a falta de segundos para llegar al 45 la situación se volvió incontrolable en las gradas y la seguridad de los jugadores, técnicos y árbitros corría peligro, obligando a Sergio Pezzotta a decretar el final y a confirmar lo que nadie imaginaba.
Tras un siglo y una década de vida, River Plate descendía a la Nacional B, la Segunda División del fútbol argentino.
Todo esto dio lugar a unas imágenes penosas que han dado la vuelta al mundo. Un sector de la afición era desalojada de las gradas a manguerazos; lanzamiento de piedras, barras y todo tipo de objetos contundentes; enfrentamientos entre policías e hinchas; coches quemados; escaparates rotos; y lo que es peor, un balance de más de 70 heridos y numerosos detenidos.
Mientras, los jugadores de Belgrano salieron del campo a la carrera y esquivando los objetos que les caían, y su afición estuvo retenida en el estadio Vespucio Liberti durante cuatro horas hasta que se calmaron los ánimos. Por su parte, los futbolistas de River Plate tuvieron que pasar la noche en el propio recinto, ya que no era nada seguro salir con los ánimos tan calientes. Sin embargo, nada de lo que ocurrió fuera del césped puede cambiar lo que pasó dentro de él.
Así que, una vez asumido que River jugará en la “B”… ¿Quién es el responsable de esto?
Las flechas apuntan en todas direcciones: Unos dicen que esto viene como lastre de la gestión del ex presidente José María Aguilar. Otros afirman que el culpable es el actual máximo dirigente, Daniel Passarella (quien, por cierto, dice que se queda en la presidencia del club a pesar de todo). Luego están los que critican al técnico Juan José López, y cómo no, los que echan en cara la “falta de huevos” (de manera textual) de los jugadores. Quizás todos tengan parte de culpa en esto.
Por otro lado, son muchas las figuras de River que se han mostrado enormemente apenadas y sorprendidas (sobre todo esto último, como todo el mundo), tras el descenso. Desde las más recientes como Gonzalo Higuaín, hasta otras algo más lejanas como Hernán Crespo, Javier Saviola o Pablo Aimar, hasta las grandes leyendas como Alfredo Di Stéfano.
Y ahora… ¿Qué futuro le espera al club?
Es difícil predecir el porvenir, pero si tomamos como referencia el descenso de Rosario Central, quien no ha quedado entre los cuatro primeros en la "B", podemos intuir que a River le espera un torneo duro con rivales de entidad como Huracán, Chacarita o el propio Central, y otros más modestos pero con campos dificilísimos como Boca Unidos de Corrientes (ni que decir las bromas que esto está trayendo) o Deportivo Merlo.
Por otro lado, el descenso se verá reflejado en la economía del club. Los ingresos se verán mermados en varios aspectos, pero sobre todo en el de los derechos televisivos. Pasará de recibir dinero de “Fútbol para todos” a recibirlo de TyC Sports, quien tiene los derechos de la Nacional B, pero que les pagará bastante menos.
Además, se buscarán ingresos por medio de la venta de algunas figuras, pero no se venderán por cifras excesivamente altas ya que debido al descenso los clubes compradores no realizarán grandes derroches. Es aquí donde se levanta uno de los mayores debates ya que muchos se preguntan con qué plantilla hará frente River a este año en la “B”. ¿Muchos talentos de cantera? ¿Experimentados de Segunda? ¿Se quedará Almeyda? ¿Volverá Ortega?... Aún es pronto para saberlo.
En fin, el Sistema de Promedios no perdona y tras muchas campañas haciéndolo mal (que nadie se olvide que, por ejemplo, River quedó último en el Apertura 2008) le condenó a jugar la Promoción para demostrar que debía ser equipo de Primera… Y la perdió.
Antes de concluir me gustaría darle la enhorabuena a Belgrano de Córdoba por su ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino. Jugaron muy bien la Promoción y supieron ganarle no sólo al “River equipo” sino al “River histórico”. Además, espero que el “Pirata” siga dando jugadores tan buenos como Matías Suárez, actualmente en el Anderlecht belga y que me parece un delantero brillante.
Por último, le mando muchos ánimos y fuerza a todos los seguidores de River Plate que ahora están bastante tristes por el descenso de su equipo. Es ahora, en los tiempos malos, cuando más hay que animar al equipo. Unidos y con mucha paciencia (la paciencia es importantísima en estos momentos) volveréis a Primera.