Una pasión que traspasa fronteras.

martes, 14 de junio de 2011

¡¡¡VIVA EL PLAY OFF A PRIMERA!!!

Lo vivido este fin de semana en los play off a Primera División ha sido digno de ver. Emoción, goles y un colorido espectacular en las gradas de ambos partidos. Los Cármenes de Granada y el Martínez Valero de Elche se vistieron de fiesta para celebrar que sus equipos se jugarán el ascenso a Primera. ¿Quién saldrá ganador en este choque de históricos? El miércoles es el primer asalto…

La posibilidad de seguir soñando con Primera se la jugaban Granada y Celta de Vigo por un lado, y Elche y Real Valladolid por el otro. Gallegos y Pucelanos acudían a la cita con la relativa tranquilidad de haber ganado en la ida por 1-0 en ambos casos, pero sabían que aún estaba todo abierto… ¡Y vaya si lo estaba!

Granada 1-0 Celta de Vigo. Pasó el Granada tras imponerse 5-4 en los penaltis.

Con un tanto de ventaja cosechado en la ida, el conjunto dirigido por Paco Herrera se plantó en el césped de Los Cármenes con defensa de cinco y la única referencia arriba de Iago Aspas. La intención de los vigueses parecía obvia, quedarse a esperar atrás y confiar en las acciones a balón parado y en la habilidad de Aspas para lograr un tanto que les dejara todo muy favorable.

Enfrente se plantaron los chicos de "Fabri" sin el goleador Álex Geijo pero con cuatro auténticos puñales: Collantes por la derecha, Dani Benítez por la izquierda, el chileno Orellana en la mediapunta, e Ighalo como referencia. Con esto, los andaluces destapaban sus cartas y mostraban que iban a por todas.

El choque comenzó con “El Graná” achuchando el arco de Yoel, quien vio como, tras varios intentos y un balón al larguero de Collantes, Fabián Orellana empujaba a la red un centro medido de Dani Benítez. 1-0, se igualó todo y fue la antesala de una segunda parte de locura.

El Celta cambió el esquema al poco de iniciar los segundos 45 minutos, quitando en defensa a Ortega y metiendo en medio campo a Álex López. Pero la losa llegó cuando el balón le cae a Ighalo, se revuelve en el área y cae derribado… El árbitro Lesma López pita penalti y… ¡Dani Benítez lo manda al poste!

La hinchada rojiblanca maldecía su suerte mientras que la celeste suspiraba de alivio. Quedaba media hora de juego y los celtiñas tenían ya sobre el césped a dos de sus grandes figuras: Trashorras y De Lucas. Sin embargo, ambos observaron con gesto de pánico cómo Orellana mandaba un derechazo al palo en el minuto 88 de juego que hubiese sido la puntilla definitiva. Pero no fue así y tras el pitido final se fue a la prórroga.

El partido no era apto para cardiacos y menos cuando una mano de Roberto Lago fue señalada como penalti. El Granada la tenía clarísima para sentenciar. Dani Benítez quiere resarcirse del fallo anterior y coge el balón. Toma carrerilla y… ¡Yoel lo para! ¡Segundo penalti fallado por Benítez!

Fue entonces cuando el Celta se levantó y buscó el arco de Roberto, incluso con uno menos tras la expulsión por doble amarilla de Lago. Y esta vez fue la afición local la que tuvo que ver como el sueño se podía desvanecer cuando Trashorras estrelló en la escuadra un magistral tiro de falta, y cuando casi al final disparó desde casi 40 metros y el balón volvió a impactar en el ángulo tras tocarla Roberto. Pero ninguna de estas ocasiones acabó en gol y todo se resolvió en penaltis.

Por el Granada marcaron Orellana, Abel, Dani Benítez (ahora sí), y Óscar Pérez, pero falló Calvo. Así, por el Celta marcaron Trashorras, Álex López, Iago Aspas (fue expulsado por mandar callar al público) y De Lucas, pero el que pudo ser definitivo Michu lo tiró alto. Se pasaba a la muerte súbita, es decir, al “quien meta y falle”. Roberto tiró y marcó con suerte porque Yoel la llegó a tocar, y después fue el propio Roberto quien paró el tiro de López Garai llevando la locura a la ciudad granadina.

En resumen: Partido intenso y precioso para el espectador neutral con mucha intensidad y ocasiones. El choque fue tosco, con 14 tarjetas amarillas y 2 rojas que mostraban lo mucho que se jugaban. Hubo cuatro balones al palo, dos penaltis fallados y todo se resolvió en los penales. ¡Qué más se puede pedir! Un gran espectáculo con un justo vencedor, el Granada y un nuevo héroe, Roberto.

Elche 3-1 Real Valladolid.

Si lo del sábado fue increíble, la eliminatoria del domingo tampoco dejó indiferente a nadie.

Los pucelanos, dirigidos por Abel Resino, llegaban con una corta renta del partido de ida, pero a diferencia del Celta en el otro emparejamiento, sí salieron a sentenciar cuanto antes. Y el premio lo encontró Óscar González en el minuto 23 tras perforar la meta de Jaime aprovechando un pase genial de Nauzet Alemán. 0-1 y 2-0 en el global, lo cual obligaba al Elche a marcar tres goles si quería verse las caras con el Granada en la final. Todo parecía finiquitado pero…

… Esto es fútbol y puede ocurrir cualquier cosa por difícil que parezca.

El milagro ilicitano comenzó a obrarse en el minuto 43 cuando Edu Albácar lanzó un zurdazo de falta desde más de 30 metros que Javi Jiménez no pudo blocar y se introdujo en su meta. 1-1. El sueño se reavivaba.

Pero es que sólo tres minutos después el árbitro Amoedo Chas pitó una “mano” de Marc Valiente. Entrecomillo lo de mano porque el balón le dio en la cabeza de forma clarísima, de hecho tenía los brazos extendidos, y no parece entendible como ni el árbitro principal ni los asistentes lo vieron. Pues de esa acción llegó el punto de inflexión de la eliminatoria. Estaba unos tres metros por delante de la anterior y de nuevo Edu Albácar la cuela en el arco de un Javi Jiménez que no pudo hacer más que mirar. Remontada a 2-1 y todo se abría de forma definitiva.

Como suele ocurrir en estas ocasiones, el que viene remontando va mucho más fuerte y eso se comprobó cuando a los 12 minutos de la segunda parte el conjunto alicantino cerró el choque con un toque de suerte. David Sánchez la pone rasa desde la izquierda, el balón le llega manso a las manos de Javi Jiménez pero Jordi Figueras se cruza, le despista y le deja el esférico en la línea a Ángel para que marque el 3-1 y obre el milagro.

El Valladolid intentó ahora buscar la heroica pero fue imposible entre las constantes interrupciones del juego por las pérdidas de tiempo de los locales y la desesperación visitante.

En resumen: Fiesta para el Elche mientras que el Valladolid se quejaba amargamente de la actuación arbitral. En este punto tengo que decir que estoy y no estoy de acuerdo con esas protestas. Lo estoy porque, indudablemente, la acción del 2-1, que mete de lleno al Elche en el partido, viene precedida de una mano (y tarjeta amarilla) inexistente de Marc Valiente. Sin embargo, en Pucela deben asumir que en el 1-1 el portero falla clamorosamente y en el 3-1 la comunicación defensa-portero fue desastrosa.

Por el contrario, quizás recriminaría un poco la actitud de excesiva pérdida de tiempo en los futbolistas ilicitanos. Es picaresca y una estrategia más pero insisto en que lo llevaron al extremo. En el lado positivo está el arrojo demostrado por los jugadores dirigidos por Pepe Bordalás, quienes aún mantienen viva la llama de la esperanza de volver a Primera.