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domingo, 26 de junio de 2011

"LA ROJITA", HEREDEROS DE LA MAGIA

¡Bien por “La Rojita”! La selección española sub.-21 se ha consagrado Campeona de Europa de la categoría jugado en Dinamarca tras vencer 2-0 a Suiza en el Aarhus Stadion. Los tantos fueron obra de Ander Herrera y de Thiago Alcántara y, una vez más, los chicos dirigidos por Luis Milla demostraron que el futuro del fútbol español está asegurado.

Campeones de Europa, del Mundo, y ahora del Europeo sub.-21. Resulta innegable que el fútbol español goza de una salud envidiable y que el momento que actualmente vive es algo que jamás se ha visto. Pero sin duda, lo que más tranquiliza es el hecho de pensar que el futuro de “La Roja” está asegurado con grandes figuras talentosas y de calidad que mantendrán el alto nivel competitivo que está mostrando España desde la Eurocopa de Austria y Suiza 2008.

En la noche del sábado la sub.-21 disputó la final del Europeo de Dinamarca ante Suiza, un combinado muy serio que pretendía complicarle mucho las cosas a los chicos de Luis Milla. Con la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres ya en el bolsillo, sólo quedaba cerrar el campeonato logrando el título de Campeón de Europa.

Así, el seleccionador español plantó en el campo su once de gala con el fin de doblegar a un conjunto, el helvético, que no había encajado ningún gol en los seis partidos que había disputado hasta entonces y que tenía una forma de juego basada en el toque y la posesión al más puro estilo “Tiki-taka”.
Por otro lado, se ponía especial atención a la gran individualidad suiza, el atacante del Basilea Xherdan Shaqiri. El joven suizo-kosovar había demostrado un nivel de juego altísimo hasta entonces y se plantó en la final como una de las referencias del equipo centroeuropeo y con la posibilidad de convertirse en el mejor jugador del torneo junto con el español Adrián.

Ya en materia, el choque estuvo muy igualado en la primera mitad. Si bien es verdad que los españoles se acercaban más al arco de Sommer, no lo hacían con la superioridad de otras veces y la posesión del balón no era tan desequilibrada. Los suizos intentaron contrarrestar el juego rival con la misma fórmula, es decir, con posesiones largas basadas en pases seguros y sin enviar el balón directamente al ataque salvo en extrañas ocasiones para intentar sorprender al contraataque. Y les salió bien hasta el minuto 41, cuando la balanza se desequilibró.

España roba en medio campo, el balón le cae a Mata, ve que la banda derecha está imposible y abre hacia la izquierda donde la espera Didac Vila, quien ve la diagonal de Ander Herrera y le pone un centro medido al borde del área pequeña para que el jugador del Athletic de Bilbao cabecee a la red el 1-0. La lata estaba abierta y ese tanto servía de guía para lo que debía ser la segunda mitad.

En los últimos 45 minutos el dominio de los de Luis Milla sobre los pupilos de Pierluigi Tami fue mucho más acentuado. Los helvéticos ya no tenían la misma fluidez que en la primera parte, iban por debajo en el marcador y la desesperación comenzaba a llegar a su gran figura, Shaqiri, al verse totalmente superado por un Javi Martínez colosal que estaba en todos lados.

España asediaba el arco de Sommer con numerosas llegadas de Muniain, Mata, Adrián y Thiago e intentaba romper la defensa suiza bien liderada por Rossini, pero entre el meta, la falta de puntería y la falta de decisión a la hora de finalizar las acciones, acabaron dejando abierto más de la cuenta un partido que pudo estar sentenciado mucho antes. Esta circunstancia la aprovechó Suiza para aproximarse peligrosamente a la meta de De Gea y avisar que aún no había nada decidido.

Pero, cosas del fútbol, en la situación menos esperada llegó la rúbrica al partido y al campeonato. Tiro libre para España que Thiago Alcántara saca rápido mientras que la defensa y el portero suizo estaban más pendientes de cuidar los marcajes. Su tiro picado sorprendió a Sommer y puso el 2-0 final en el luminoso del Aarhus Stadium.

Con el pitido final del árbitro llegó la explosión de alegría para unos jugadores que han vuelto a hacer grande al fútbol español. Como ya pasó en la Eurocopa de 2008, Michael Platini fue el encargado de darle la Copa al capitán de “La Roja”. Esta vez no era Íker Casillas sino Javi Martínez, el encargado de levantar el trofeo de campeón.

Además, a nivel individual también hubo premios para los españoles: Thiago fue el Mejor Jugador del Partido. Y Adrián fue galardonado como Mejor Jugador del Torneo y Máximo Goleador con 5 tantos.

Con esto quedan claras dos cosas: La primera es que, al fin, la Selección Española ha encontrado un modelo de juego exitoso que inculcar a sus jugadores desde las categorías inferiores. Ya se ha logrado esa marca de identidad que tanto tiempo, y con tanto esfuerzo, se tardó en encontrar y que nos ha hecho ganar varios torneos y que, seguro, nos seguirá haciendo disfrutar durante muchos años más.

Lo segundo es que España tiene las figuras necesarias para seguir llevando a cabo este tipo de fútbol. Sí, llegará el día en que Xavi e Iniesta dejen de jugar, pero en las selecciones inferiores se practica la misma fórmula con éxito que dejan entrever que serán dignos herederos de estos dos genios y de su magia. En mi opinión, el que más papeletas tiene para ser el próximo guía del juego de la Selección Española es Thiago Alcántara, aunque hay muchos más… ¡y los que vendrán!