Se dice que todo el mundo tiene un “Ángel de la Guarda” que te salva en los momentos más críticos de tu vida. Anoche en Francia se presentó el de José Mourinho cuando el Real Madrid corría serio peligro, no sólo de volver a empatar a cero, sino de perder. Pero de repente, acudió el futbolista con el nombre más místico de la geografía futbolística mundial: Ángel Di María.
El Real Madrid visitaba ayer el estadio Abbé Deschamps, la casa del Auxerre. Este equipo está entrenado por Jean Fernández, un técnico con una carrera muy longeva en la que ha visto muchos futbolistas y equipos, así que el conjunto galo tendría unas buenas bases para afrontar el encuentro ante uno de los clubes más grandes del planeta. Y efectivamente lo hizo, plantó cara, puso mucho empeño, su afición le empujó en todo momento, e incluso pudo adelantarse en el marcador en el segundo tiempo con un disparo de Jelen que finalmente se marchó fuera y un remate desviado por Pepe que dio en el poste. Con esto no digo que el Auxerre fuera mejor que el Madrid, porque no lo fue, sin embargo, sí que le llegó a poner en serio peligro.
Por su parte, el Real Madrid tenía el balón y las oportunidades pero seguía sin finalizarlas con éxito. En algunas partes del partido los jugadores blancos (ayer morados) se mostraron erráticos a la hora de controlar el balón y de jugar con los compañeros. Así pues, era necesario cambiar las cosas, por lo que en el minuto 73, José Mourinho sacó del campo a Lass Diarra e introdujo a Ángel Di María.
“Angelito” saltó al césped del Abbé Deschamps y acabó convirtiéndose en el salvador del equipo. Este joven futbolista, salido de la cantera de Rosario Central y que maravilló con su técnica en el Benfica portugués, volvió a abrir el marcador (ya hizo el 0-1 en Anoeta con un golazo espectacular) pero esta vez lo hizo de forma definitiva, es decir, para darle la victoria y el liderato del Grupo G al Real Madrid.
El gol es un buen control con el pecho, y un zurdazo que entra en la meta de Sorin, quien a pesar del tanto tuvo una gran actuación. La asistencia se la da Mesut Özil, quien está demostrando una enorme calidad a pesar de no gozar de la titularidad. Desde luego, como siga a este nivel va a complicarle mucho el retorno a Kaka´.
Todo esto viene precedido de una mano de Sergio Ramos que el árbitro Claus Bo Larsen ve, pero no pita. ¿Es mano? El balón da en el brazo de Ramos, pero personalmente creo que no es voluntariamente. Personalmente creo que no es mano, ya que no impide el avance del balón ni corta una jugada. El balón le rebota en el pie y sale hacia arriba impactando en su brazo. Además, creo que Ramos tampoco hace nada por controlar el balón con la mano. Sin embargo, esta es mi opinión y cada uno tendrá la suya propia.
Lo que sí está claro es que el Real Madrid es líder del Grupo G con 6 puntos, seguido del A. C. Milán que tiene 4 puntos, del Ajax, con 1 punto y del Auxerre, que aún no ha puntuado.