El estadio City of Manchester se llenó ayer para recibir la visita de un Chelsea que, hasta ayer, había contado todos sus partidos por victoria. Ganó en las cinco primeras jornadas de la Premier, y goleó al Zilina en Champions. Por su parte, el City llegaba como cuarto clasificado, pero con Mancini cuestionado debido a la irregularidad del equipo. Teniendo esto en cuenta, se podía pensar que el Chelsea lograría su sexta victoria en seis partidos, pero no fue así. Los locales fueron magníficos en defensa, y en base a eso realizaron su juego. Esta solidez neutralizó totalmente las tres puntas del conjunto de Ancelotti: Malouda, Anelka y Drogba apenas tuvieron ocasiones de desplegar su juego.
Así pues, el árbitro Andre Marriner pitó el inicio del encuentro.
Como siempre suele ocurrir cuando dos equipos fuertes se enfrentan, los primeros minutos fueron de observación mutua y en ellos se pudo ver que las defensas serían parte importante en el juego. Boyata, Kolo Touré, Kompany y Zabaleta formaban la zaga del City, mientras que Ivanovic, Álex, Terry y Ashley Cole eran la línea defensiva visitante.
El primero en poner a prueba la solidez del rival fue Tévez, quien recibió un pase de De Jong y disparó desde fuera del área. Aunque el balón se marchó desviado y sin peligro, demostró que el Manchester iba a por todas.
Esta actitud se vio reforzada diez minutos después cuando los locales colgaron varios balones al área de Cech que tuvo que emplearse a fondo para blocar el disparo final del argentino Pablo Zabaleta.
Mal pintaban las cosas para el Chelsea, que veía como el rival se le estaba echando encima. Pero este equipo tiene mucha calidad, y sobre todo, un enorme espíritu ganador que le hizo responder en el minuto 20 con un disparo lejano de Essien, y haciendo ver al City de esta forma que si querían ganar iban a tener que emplearse a fondo.
Poco después de esta acción, en el minuto 27, los “blues” iban a tener una ocasión clarísima para adelantarse en el marcador. Malouda sacó una falta colgando el balón al área, Álex cabeceó para Ivanovic, éste remató al larguero, le volvió a caer el rebote y cabeceó a puerta obligando a Hart a tirarse al suelo para evitar el gol. El Chelsea lo tuvo cerca, y los locales vieron que les podían hacer daño en cualquier momento.
Ambos equipos estaban igualados en ocasiones, pero el marcador seguía sin moverse. Lo que sí se agitó fue la dureza del juego, que entre el minuto 30 y 40 se volvió más alta, y que dio pie a que Zabaleta viese la primera tarjeta amarilla del partido.
En los últimos minutos de la primera mitad volvió la calma, y Andre Marriner indicó el descanso. Primer tiempo muy igualado, con poco trabajo para los porteros y sin ninguna ocasión excesivamente peligrosa salvo el balón al palo de Ivanovic.
La segunda parte también iba a ser escasa en ocasiones, pero ambos equipos iban a llevar más peligro a las metas rivales buscando el gol.
El primero en intentarlo fue el Chelsea, en el primer minuto de la reanudación, por mediación de Anelka, que combinó con Drogba, y mandó un fuerte disparo desde la frontal del área que Hart desvió a córner con la punta de los dedos.
Esto no achicó al City y el intercambio de golpes siguió. En el minuto 54 un pase de De Jong a Silva le permitió a éste entrar en el área y sacarse un potente zurdazo que Cech despejó a saque de esquina cuando parecía que iba a entrar por la base del poste.
Ambos equipos parecían dos luchadores de boxeo, dando y recibiendo golpes en los que, insisto, una buena defensa era fundamental. El paso del tiempo parecía indicar que, si alguien conseguía marcar, se llevaría el partido.
La solución al enigma llegó en el minuto 59 cuando Ramires perdió un balón en el medio campo, Yayá Touré se la dio a Tévez y éste inició un rápido contraataque que él mismo finalizó con un disparo cruzado con la derecha que pegó en el poste de la portería de Cech antes de entrar definitivamente. Gol de Tévez que hacía el 1-0 tras aprovechar el único error defensivo del Chelsea en todo el partido y que ponía muy de cara el partido a los “citizens”.
Esto significó un gran mazazo para el Chelsea que tan sólo un minuto después buscó el empate con un potente disparo de Drogba que Hart acabó blocando.
Ya con ventaja, el Manchester City quiso mantener su arco a cero. Para ello De Jong se quedó abajo reforzando la línea defensiva, mientras que Yayá Touré se atrevía a arrancar con el balón desde el medio campo y llegando con peligro al área rival. Esta circunstancia perjudicó mucho al conjunto de Ancelotti, que únicamente podía llegar hasta Hart por medio de disparos lejanos.
De aquí hasta el final el Chelsea sólo gozó de una ocasión más para empatar. Fue en el minuto 78 con un cabezazo de Álex a centro de Malouda que se marchó desviado por poco.
Tras cuatro minutos de descuento, Marriner pitó el final del partido. El Manchester City hizo que el Chelsea hincase la rodilla por primera vez en lo que va de temporada. Victoria merecida de los “citizens” en un encuentro que, como se preveía, se resolvería con un marcador muy corto. Además, significa un enorme golpe de confianza para Roberto Mancini.
En mi opinión, Silva y Yayá Touré fueron los mejores del Manchester City. El español lo fue en la primera parte porque fue de los más activos de su equipo, y desequilibró desde la banda derecha. Fue sustituido en el minuto 77 por lesión. El costamarfileño fue el más desequilibrante en la segunda mitad. Dio la asistencia del gol de Tévez, y se sumó al ataque en numerosas ocasiones. Por parte del Chelsea, Essien me pareció el mejor. A pesar de que su equipo estaba controlado por el City, fue el que más empeño puso en romper ese dominio. Además, buscó el gol desde larga distancia en varias ocasiones.
ALINEACIONES:
Manchester City: Hart/ Boyata (Boateng, min. 88), Kolo Touré, Kompany, Zabaleta/ Yayá Touré, De Jong, Barry/ Milner, Tévez (Adebayor, min. 85), Silva (Adam Johnson, min. 77).
Chelsea: Cech/ Ivanovic, Álex, Terry, Ashley Cole/ Ramires (Mc Eachran, min. 80), Mikel (Zhirkov, min. 68), Essien/ Drogba (Sturridge, min. 74), Anelka, Malouda.
Árbitro: Andre Marriner. Amonestó a Zabaleta y Boyata por parte del Manchester City, y a Mikel y Ramires del Chelsea.
Estadio: City of Manchester. Lleno con 47.715 espectadores. El Chelsea desplazó numerosa afición para este partido.
